martes, 11 de agosto de 2015

Libertad para qué?


Si analizamos los valores contenidos en el programa del PP desde los outputs o resultados de las políticas públicas que implanta, evitando hacerlo desde su falaz discurso, podemos observar de manera nítida que con el liberalismo sólo comparte la fachada del discurso y la defensa de la propiedad privada, puesto que el resto de valores de la teoría liberal se los saltan a la piola cada vez que implanta algún tipo de política pública.

El liberalismo procede de la lucha contra el absolutismo donde libertad y los derechos individuales son principios inviolables. El liberalismo defiende la división de poderes, la igualdad del individuo ante la ley y la competencia de mercado, además de promover un Estado de derecho laico y no intervencionista con una mínima regulación de leyes sobre el comportamiento individual.


El concepto de libertad del PP es más cercano a conceptos propios de sistemas absolutistas, autoritarios o caciquiles que al concepto de libertad liberal que es el supuesto eje central de su ideología política.

El PP legisla contra los derechos individuales, interviene en el mercado creando una competencia deshonesta entre empresas que dan comisiones bajo cuerda a los políticos que gestionan el Estado y las que no están dispuestas a pagar la mordida, rescatan empresas privadas y bancos afines al Gobierno que se han hundido y quebrado por la mala gestión de sus responsables, apoyan un Estado centralizado que imponga los valores de la Iglesia católica a la sociedad, han querido implantar la ley del aborto y han materializado la ley mordaza, mantienen y promueven la desigualdad del individuo ante la ley puesto que apoya la corona, aforamientos, indultos y realiza todo tipo de maniobras para obstaculizar la justicia contra los actos de corrupción cometidos por los miembros de su banda organizada, además de instrumentalizar el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial para adecuarlos a sus fines de esquilmación impune del Estado.

Mientras aconsejan a los parados que trabajen por sueldos de miseria y arengan con un "así se empieza"a personas que han trabajado y cotizado a la seguridad social mil veces más que ellos, como buenos liberales, se dedican a cargar a las cuentas del Estado hasta su ropa interior. 

Salvando algún caso proveniente de la literatura, a los ladrones no les importa el destino de las personas a las que roban  y mucho menos si se encuentran en el Gobierno.

El actual Gobierno trata al ciudadano de manera cínica y clasista. Clasista porque realizando una mala interpretación y uso de la teoría liberal, piensan que los pobres son pobres a causa de sus cualidades personales como vicios, holgazanería, incompetencia o falta de espíritu emprendedor y  acaban acusando a las personas que necesitan ayudas estatales de pauperismo, llegando a comprar la desagradable situación de desempleo y sus miserables retribuciones con un año sabático para vividores.

Este discurso del PP es un verdadero ejercicio de cinismo. Los políticos del PP utilizan el discurso liberal para vender que han hecho fortuna mediante el fruto de su propio esfuerzo mientras enmascaran que es herencia del pillaje y saqueo acumulado durante la etapa franquista o de la ratería actual que lleva a cabo el Gobierno a base de sobresueldos y otras artimañas. Cuando Aguirre se declara liberal conservadora omite el enunciado puesto que en realidad se refiere a un tipo de caciquismo conservador español con ínfulas de liberalismo democrático, de hecho, Carlos Fabra quien se hacía llamar el cacique de Castellón ha acabado en la cárcel por corrupción. Por eso pierden votos en la misma derecha.


La ideología del PP es más cercana a un tipo de teosófia del patriotismo español que al liberalismo, puesto que mantiene dos tipos de doctrinas en su acción social, una exotérica y otra esotérica, más tres hipóstasis sobre el Estado; de puertas para afuera mentir, de puertas para adentro robar y repetir hasta la saciedad que España es una nación grande, única y unida en lo universal.

Por tanto, si analizamos el discurso del PP  junto a los resultados de sus políticas públicas, podemos afirmar que su programa no es liberal sino oligárquico y caciquil ,y, puesto que no son un partido político sino una presunta organización creada para el lucro personal de sus miembros "per fas et nefas" (por medio lícitos e ilícitos) deben recurrir a la ficción, el engaño y los pagos en diferidos para ocultar sus abyectos fines de lucro personal barnizados de partido político populista.

Por todos estos motivos podemos concluir en que el PP no es un partido liberal, ni tan siquiera neoliberal, sino una organización amoral presuntamente diseñada para el robo y blanqueo a gran escala, que es lo que se hacía en el periodo franquista.

En un congreso extraordinario del PSOE celebrado en 1920 se eligió a Fernando de los Ríos como miembro de la Comisión Ejecutiva y comisionado para viajar a la Unión Soviética y valorar las posibilites de ingreso en la Tercera Internacional. Cuando De los Ríos pudo ver la organizada producción taylorista Soviética le preguntó a Lenin por la cuestión de la libertad, y le respondió mediante otra pregunta. Libertad para qué?

Vivimos en una sociedad donde el proceso de producción del sector servicios se ha hiperracionalizado a un nivel semejante al del taylorismo industrial comunista y los salarios, el nivel de pobreza y la libertad de expresión empiezan a converger de manera escalofriante con los de los países del Segundo Mundo (países del antiguo bloque comunista).

Ante esta situación, aunque no podemos decir que Rajoy sea Lenin ni Pedro Sánchez Fernando de los Ríos ni tomar a España por la Rusia comunista, la pregunta sigue siendo la misma, y qué hay de la libertad? a lo que Rajoy responde exactamente de la misma manera que Lenin. Libertad para qué?

Libertad para vivir

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